jueves, 2 de julio de 2009

Preservando las raíces Mapuches para el futuro.

Conversando con Patricia Antillanca

El We Tripantü, celebración que conmemora el Año Nuevo Mapuche o la Nueva Salida del Sol, es una oportunidad de reencontrarnos con las raíces más propias de nuestra tierra. Aprovechando la ocasión, camino hacia el Jardín Botánico de Viña del Mar, detrás de la sede de la Universidad Santa María, Hugo Pirovich dialogo con Patricia Antillanca, Werken de la Organización Mapuche Lemunatu de Forestal Alto, quien le contó de la gran tradición y misticismo que tiene el Año Nuevo para ellos.


En nuestra región, somos diez organizaciones, las que ya saben que cada 24 junio nos juntamos a celebrar nuestro We Tripantü. Nosotros siempre invitamos a los medios de comunicación y a la gente, para haga afiches y masifique esta gran fiesta”, asegura Patricia, para quien esta conmemoración alcanza una importante trascendencia para que la gente sepa que “los Mapuches estamos en la ciudad, y vamos a seguir estando”.


¿Cómo conservar las raíces?

Patricia Antillanca insiste en que a pesar de las mezclas que se dieron con los españoles, la gran mayoría de los chilenos tienen sangre mapuche que corre por sus venas. Por esta razón, cree que mucha gente participa del We Tripantü, le gusta la cultura Mapuche e invita a otros a hacerse parte.


Sostiene que una de las causas que ha permitido la sobrevivencia del pueblo Mapuche en nuestra sociedad de consumo, altamente acelerada e intolerante, es el respeto que se les tiene a sus adultos mayores. “Nosotros los hacemos llamar Hüichakeche, los que tienen la sabiduría ancestral. Por eso hay que cuidarlos y estar con ellos en todo momento”, le insistió con fuerza a Hugo Pirovich.


Sin embargo, asume que la única forma de que esto se perpetúe es mediante la educación que los niños van recibiendo, la que necesariamente debe partir desde el hogar. “Por eso siempre tratamos de integrarlos a las ceremonias, para que sepan hablar mapudungún y el castellano paralelamente. Y qué mejor que trayéndolos al We Tripantü, para que conozcan las danzas y las comidas típicas. Los niños incluso a veces andan descalzos, para recibir la energía de la madre tierra, la Ñuke Mapu”, remató.

No hay comentarios:

Publicar un comentario